Competidores seriales

Quieren ganar, no importa qué ni contra quién, y para hacerlo no conocen límites.He nacido para competir. Nunca alcancé mi límite. Siempre fue el límite del auto lo que me frenó.» Firmado: Michael Schumacher. «Lo importante es ganar. Todo, siempre. Esa historia de que lo importante es competir es pura demagogia.» Firmado: Ayrton Senna. Resulta llamativo que dos cultores de la rivalidad a ultranza, dos autoconfesos desconocedores del límite, hayan encontrado vallados dramáticos y trágicos. No sólo les ocurrió a ellos y no sólo sucede en el deporte. Pasa en la política, en los negocios, en la ciencia, en la tecnología, en las relaciones interpersonales, en los vínculos entre padres e hijos, a veces entre quienes se dicen amigos y a menudo en los lazos de pareja. Sucede, en fin, cuando se ve en cada persona a un adversario y en cada circunstancia un desafío. Ante eso es cuestión de arremeter a cualquier precio. Y la vida entera se convierte en una pista de entrenamiento.

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Por Sergio Sinay | Para LA NACION