Conducir drogado no se detecta
La Caminera admite que no tiene cómo controlar a conductores bajo efecto de estupefacientes. En ninguna provincia se hace, por la complejidad y el costo.
Germán sopla. Sobre la ruta, en un control de la Policía Caminera, el aparato marca 0,2. En segundos, es notificado de que se le labrará una multa por tener más alcohol en sangre que el permitido por ley en Córdoba.
Juan conduce el auto que sigue. A pesar de haber consumido cocaína una hora antes, pasó como si nada el control: de alcohol no tenía ni vestigios.
Edgar es el siguiente. Se había automedicado, tomando varias pastillas más de las que el médico le indicó. Pasó el control: la pipeta le marcó cero alcohol.
Por Fernando Colautti | La Voz