El Riesgo de Naturalizar.
Podemos coincidir y aceptar lo dicho respecto a que «el hombre es un animal de costumbre». Somos la suma y el resultado de los hábitos que vamos adquiriendo. Habrá que estar atentos y tomar conciencia plena de cuáles son esas formas de pensar, sentir y hacer a los que nuestra mente se va a acostumbrando y, desde allí, opera.
Más allá de la necesidad de explorar con atención cuáles son, y todo lo que se genera en torno a las costumbres o hábitos adquiridos (o por adquirir), es por demás conveniente advertir respecto al proceso por medio del que una «costumbre» disfuncional corre el riesgo de «naturalizarse».
¿Por qué ocurre esto? ¿Qué nos lleva a naturalizar ciertos «estados» antinaturales, negativos, autodestructivos? ¿Una sociedad se resigna a «naturalizar» estos «estados» cuando el «Estado» deja de ser garante de ciertos derechos y garantías de los que deberíamos gozar por «naturaleza»?